martes, 3 de junio de 2014

De Isaac Peral y su submarino

Hace poco escribía sobre Cavite y la plaza que homenajea a los caídos en la batalla que tuvo lugar en 1898 en esas costas, pues la historia que viene a continuación y de la que trata esta entrada pudo haber cambiado el devenir de esa guerra, hablamos de D. Isaac Peral y el primer submarino TOTALMENTE operativo de la historia, hablamos del primer submarino militar, torpedero, eléctrico y autónomo, diseñado y construido, y que hasta no hace mucho se encontraba situado junto a la plaza de los Héroes de Cavite, después fue trasladado frente a las "escaleras de Carlos III" y actualmente se encuentra en una sala del museo naval de Cartagena.
de aquí

Isaac Peral
En esta España, que tantos inventores ha dado a la humanidad, siempre se les ha ninguneado, por envidia, por celos, o por pensar que lo que viene de fuera siempre es mejor, bien, pues hoy hablamos de otro genio, abandonado a su suerte, por la incapacidad, deslealtad, incompetencia y no se cuantos calificativos mas, de la clase política española.

Su nombre, Isaac Peral y Caballero, nació el 1 de junio de 1851, su vida estuvo ligada a la marina, ingresó en ella a los 14 años, navegó en 32 buques, de sus 25 años de servicio, 16 los pasó embarcado y alcanzó el grado de teniente de navío. Realizó cartas hidrográficas. Publicó trabajos sobre álgebra, geometría y huracanes.
Después de la crisis de las carolinas con Alemania, a la que a la postre se le venderían las islas tras el desastre del 98, Peral dijo tener resuelto el problema de los bloqueos navales, la navegación submarina. Tras muchos problemas y con el beneplácito de la misma reina Isabel II consigue la financiación y autorización para la fabricación del submarino.
El mismo diseña los planos, el coste ronda las 300.000 pesetas, cuando un acorazado rondaba los 40 millones. El submarino se bota en Cádiz el 8 de setiembre de 1888, y se hacen pruebas de navegación, tanto en superficie, como en inmersión, de lanzamiento de torpedos, pero no le dejan, tal como quería Peral, cruzar el estrecho de Gibraltar en inmersión, aludiendo problemas de seguridad. A todo esto el 11 de noviembre de 1890, el Ministro de Marina Antonio Cánovas del Castillo, siguiendo el dictamen del Consejo Superior de la Armada, trasladó a Peral un escrito que había presentado su predecesor en el cargo José María Beránger Ruiz de Apodaca al Consejo de Ministros, cuyo texto era:
«El Comandante del torpedero submarino entregará al arsenal de la Carraca, bajo inventario, acumuladores, bombas, generadores y demás efectos y material de buque».
Se le ordena desmontar el submarino, cuando es totalmente operativo y lo ha demostrado, cuentan las crónicas que fue por robarle el invento y lo que querían era quedárselo para no pagarle nada, otras fuentes dicen que se trataba de un tal Zaharoff que sería lo que hoy llamamos un tratante de armas, que quería vender el submarino al mejor postor, los ingleses le habían ofrecido un cheque en blanco para que trabajara para ellos, pero por honor y lealtad rechazó, también cuentan que tras ordenarle el abandono del proyecto, para evitar que submarino cayera en malas manos Peral le quitó una pieza y la tiró al mar, no pudiéndose arrancar el submarino nunca mas, el submarino se desguaza y se abandona en Cádiz, se recupera en 1929 para trasladarlo a Cartagena donde está en el puerto hasta el 15 de diciembre de 2012, cuando se traslada al museo naval para su restauración, donde actualmente se encuentra expuesto.

Tras la campaña de desprestigio alentada contra el Peral abandona la Marina y e intenta aclarar mediante la publicación en el diario El Matute lo acaecido:

     'Hoy hablo, pues, y hablo con pena, porque desearía que lo que va a leerse no hubiera sido necesario escribirlo, que nada va ganando la patria con ello; hablo además con el dolor profundo de mi alma, al ver trocarse sobre mi pecho la levita azul del marino, por la levita negra del ciudadano (...) ofrecí al Gobierno mis ideas sobre el asunto, sin que me guiase otro móvil, ni haya abrigado nunca otra ambición que la de contribuir al engrandecimiento de mi patria (...) se han cometido verdaderas inconveniencias lamentables y ya irremediables y se me han inferido, pública y oficialmente, agravios, que no creo haber merecido como premio a mis modestos, pero leales servicios (...) no me queda otro recurso que apelar a la conciencia pública, con el doble objeto de que ésta pueda apreciar de parte de quién está la razón, y de advertir a la nación la trascendencia que tendrá forzosamente la ligereza con que se ha procedido en este asunto, sin que esté en mi mano remediarlo, puesto que, desconociéndose hasta los derechos de propiedad que yo hubiera podido asegurar, y que he querido hacerlos efectivos en beneficio del país, debieron al menos ser respetados, se me priva de los medios de realizar mis ideas por no quererme someter al camino que se me trazaba, completamente absurdo, como probaré...'.

Es operado en Madrid de un cáncer, durante su vida como civil funda varias empresas  relacionadas con su especialidad, la electricidad. El 4 de mayo de 1895, Peral se traslada a Berlín para ser operado de cáncer,  un problema con las curas le provoca una meningitis que acaba con su vida el 22 de mayo de ese mismo año. Es enterrado en el cementerio de La Almudena de Madrid, en 1911, sus restos mortales son trasladados al cementerio de Los Remedios de Cartagena.

Tumba en el cementerio de La Almudena

Mausoleo en el cementerio de Los Dolores - Cartagena
Quedará la pregunta de, que hubiera pasado si durante los 10 años previos a la guerra de Cuba, España hubiera fabricado unos cuantos de estos submarinos, de los que desde el gobierno dijeron que "no pasa de ser una curiosidad técnica sin mayor trascendencia".

Aquí un especial del periódico El Mundo 
Especial 125 aniversario Submarino Peral

y mucha mas información y fotos aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, y aquí.

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