martes, 15 de abril de 2014

Estar en Babia e irse al quinto pino, de propina Sebastopol, Pernambuco y la antípoda

Bueno, esto es como todo, alguien te pregunta si estás en Babia y tu te quedas atónito un segundo para después contestar cualquier cosa, como que estas buscando vida en Marte, o estás en la luna, todo viniendo a significar lo mismo, que estás distraído, ensimismado.

Pues todo tiene su origen en la época de la reconquista, cuando los reyes leoneses, se iban, hoy diríamos de vacaciones, a una zona aislada, en la provincia de León lindando con Cantabria, en plena sierra, con abundante caza llamada Babia, según la tradición, cuando la gente preguntaba por los reyes, se les contestaba que estaban de descanso en Babia, con lo que "estar en Babia" acabó siendo sinónimo de estar dejando los quehaceres abandonados, estar en un sitio distinto del que se debería de estar.
En la zona de Babia también se criaban caballos, famosos por su fuerza. Precisamente, el caballo del Cid Campeador era de la región de Babia y se llamaba "Babieca".
María Moliner ve en Babia un derivado de babieca, que viene de baba, bobo


«Babia (territorio de las montañas de León). De este nombre se ha hecho derivar la frase “estar en Babia”; pero parece posible que, en ella, “Babia” sea un derivado regresivo de “babieca”. “Estar en Babia”. Estar distraído, atontado o ignorante de lo que pasa.»

«Babieca: Palabra de sonido expresivo. Bobo»

[Moliner, María: Diccionario de uso del español. Madrid: Gredos, 1970]


Según el DRAE
Babia.
(De Babia, comarca de las montañas de León, en España).
estar alguien en ~.
1. loc. verb. coloq. Estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata.

Y ya que sabemos donde está Babia, ¿donde está el quinto pino? 
Pues sin faltar a la verdad, estaba, que ya no, en mi barrio, teníamos a las afueras de éste cinco pinos frondosos donde jugábamos, y nos habíamos hecho una pista de trial, para pasar las tardes con las bicis...
Aunque también sin faltar a la verdad la expresión es mas antigua,  parece ser que durante el reinado de Felipe V en el siglo XVIII se plantaron en Madrid cinco frondosos pinos, el primero cerca de Atocha, en lo que hoy es el principio del Paseo del Prado, el resto a considerable distancia uno de otro hasta llegar al quinto a la altura de Nuevos Ministerios, ya casi a las afueras del Madrid de entonces. Según cuentan, los enamorados hacían sus encuentros en ese quinto pino tan alejado del primero, por lo que quedaban en "el quinto pino".

Mas lejos del quinto pino, pero antes de "el otro lado del mundo", o "las antípodas", está Pernambuco.
Cuando nos referimos a un sitio muy lejano, hablamos de Pernambuco, "irse a Pernambuco", al igual diríamos de Sebastopol, pues al igual que Teruel, Pernambuco existe, y está en Brasil, seguramente hasta hace poco desconocido, pero después de que jugara la selección Nacional el mundialito de Brasil, mas de uno lo sabrá ubicar, al igual que con Pernambuco, nos referimos a Sebastopol como algo lejano, muy, muy lejano (pero en esta galaxia). Sebastopol, sede de la flota rusa del Mar Negro, que últimamente está en todos los medios de comunicación tras la unificación con Rusia de la península de Crimea.


Mas lejos se encuentra nuestra antípoda.

antípoda.
(Del lat. antipŏdes, y este del gr. ἀντίποδες, antípodas).
1. adj. Geogr. Se dice de cualquier habitante del globo terrestre con respecto a otro que more en lugar diametralmente opuesto. U. m. c. s., especialmente en m. pl.
2. adj. coloq. Que se contrapone totalmente a alguien o algo. U. m. c. s., especialmente en m. pl.
en los, o las, ~s.
1. locs. advs. En lugar o posición radicalmente opuesta o contraria.

Vamos, que si el quinto pino está lejos, no te digo de Pernambuco o Sebastopol, pero las antípodas....


Wikipedia
Por cierto, nuestra antípoda está en las islas de Nueva Zelanda.


Mas
aquí, aquí y aquí

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