El último de la trilogía, y al final va a resultar que todos lo meses llueve y el agua siempre es buena... pues sí, siempre es buena mientras no venga tormentosa y arrase con los campos sembrados.
Pero porqué se dice que algo viene como agua de mayo cuando nos dan una alegría buena, es muy sencillo y como todos estos refranes se refieren a temas agrícolas, es el momento en que los árboles frutales de verano reciben las últimas aguas de lluvia, esto es muy común en lo que llamamos la España seca, zona mediterránea donde tal y como se observa en la estación de aforo del río Mijares a su paso por Villarreal, en esa gráfica podemos ver el comportamiento típico de un río mediterráneo, donde vemos varios picos, en esta gráfica empezamos en septiembre, que es cuando los ríos están mas bajos de nivel debido al estiaje veraniego, el primer pico lo veremos en el final de verano, principios de otoño, con las tormentas de finales de verano, después llegará la falta de agua de otoño, principio de invierno, donde bajan las aportaciones de la lluvia, y será por febrero con las lluvias de invierno y algunas nevadas a cotas bajas que se transformarán en agua que nos darán este pico, y por último antes del verano, el deshielo de las montañas además de las lluvias de primavera, algunas en mayo, claro está, nos darán los aportes hídricos para que esos frutales y las gramíneas puedan producir sus frutos. Volvemos a lo de siempre, que sean lluvias suaves, no torrenciales, que no arrasen el terreno, como en la primera entrada de esta trilogía, donde hablábamos del deshielo de la nieve.
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